Navegante recargado
Cada día trae su afán decían nuestros padres, pero es una forma de decir cero depresión, cero ansiedad, cada cosa a la vez y en su momento justo. Otro proverbio dice que para qué preocuparse, si un problema tiene solución sobra preocuparse, si no tiene solución, con preocuparse solo aportamos otra sal al dulce. En definitiva hay que vivir el presente y solo estar atentos lo que trae el mañana cercano, si es que de nosotros depende lo que trae, de resto, esperar que solo con precauciones podemos evitar preocupaciones.
Ahora el nóbel de economía dice que los ricos, 90% de sus herederos seguirán siendo ricos y los herederos de los pobres, 90% de ellos seguirán siendo pobres, hagan lo que hagan. Entonces, la reflexión personal es en qué bando quiere que lo midan; siendo analíticos, imparciales y lógicos, los colombianos somos ricos, en un gran porcentaje: tenemos un paraíso donde nos movemos, vida, naturaleza, lluvias, caudales, vías, frutas y recursos naturales suficientes para encausar nuestra riqueza; pero tenemos una tradición de clan, de esclavitud, de sumisión, que hace que los que tienen recursos, prolonguen su hegemonía, sus discursos y sus patrañas para seguir dominando a los menos afortunados y a la gran clase media, que duda de su capacidad de ser de los que podrían gobernar. Muchos de ellos son elegidos por los políticos, para que sean la cara de elegir, sin saber que son manipulados y torturados a continuar una tradición nefasta para esta Colombia amable y bella, que debería aprovechar su alegría, solidaridad y pujanza para subir su producción y estado de vida y dejar de ser el patio trasero del Tío Tom, como eufemísticamente llamamos al gran imperio, para sentirnos queridos por unos seres tan pragmáticos, que les importamos un higo.
Los grandes problemas de nuestro país no se solucionan con grandes revoluciones, sino con hechos muy pequeños que cambien nuestros comportamientos personales, familiares y tal vez vecinales, que con ejemplo y mucha cultura ciudadana, podemos extender a otros y hacer de ciudades y regiones cambios profundos. Basta mirar a los paisas de Medellín, que con su centralismo y cierre de fronteras, crean un regionalismo que produce envidia y resultados, así ahora el gran hermano alcalde quiera controlarlos con una aplicaciones celular. Pero salvo al forma de evadir las responsabilidades de diferencias a los desafortunados respecto a la gran masa trabajador de esa bella ciudad nos llevan más de cincuenta años de cultura ciudadana y capacidad de asociación, afortunadamente no siguiendo el ejemplo de la capital, que cad vez que cambia de partido del gobernante de turno, borra con la izquierda todo lo anterior y demuestra que con el nuevo mandatario, se hizo el big bang y empieza el futuro.
Ejemplo que han refrendado los gobiernos de Uribe, Santos y Duque, nada de lo anterior sirvió y si es constitucional o no, buscan torpedear o modificar con pseudo dirigentes que solo hacen caso al gran caudillo, al innombrable, que algún día la ley divina lo pondrá donde merece, él y toda la recua de ladrones que viven de sus geniales ideas: desterrando pobres, asesinando testigos y modificando la ley, para hacerla a su antojo y beneficio propio. Ojalá que la pandemia demuestre que construir Centros comerciales es una forma muy rápida de llevar a la ruina a quienes tienen que pagar arriendos de locales comerciales, que hasta el momento, en incertidumbre seguirán cerrados porque vacuna no se ve para este 2020.
Invito a mis lectores a intercambiar ideas sobre este o anteriores publicaciones, donde no tengo un solo tema para profundizar sino donde expongo ideas que mi condición me permite abordar y me facilitan la comunicación con ese mundo infinito de la web. Gracias `de antemano por sus bienvenidas opiniones.
Ahora el nóbel de economía dice que los ricos, 90% de sus herederos seguirán siendo ricos y los herederos de los pobres, 90% de ellos seguirán siendo pobres, hagan lo que hagan. Entonces, la reflexión personal es en qué bando quiere que lo midan; siendo analíticos, imparciales y lógicos, los colombianos somos ricos, en un gran porcentaje: tenemos un paraíso donde nos movemos, vida, naturaleza, lluvias, caudales, vías, frutas y recursos naturales suficientes para encausar nuestra riqueza; pero tenemos una tradición de clan, de esclavitud, de sumisión, que hace que los que tienen recursos, prolonguen su hegemonía, sus discursos y sus patrañas para seguir dominando a los menos afortunados y a la gran clase media, que duda de su capacidad de ser de los que podrían gobernar. Muchos de ellos son elegidos por los políticos, para que sean la cara de elegir, sin saber que son manipulados y torturados a continuar una tradición nefasta para esta Colombia amable y bella, que debería aprovechar su alegría, solidaridad y pujanza para subir su producción y estado de vida y dejar de ser el patio trasero del Tío Tom, como eufemísticamente llamamos al gran imperio, para sentirnos queridos por unos seres tan pragmáticos, que les importamos un higo.
Los grandes problemas de nuestro país no se solucionan con grandes revoluciones, sino con hechos muy pequeños que cambien nuestros comportamientos personales, familiares y tal vez vecinales, que con ejemplo y mucha cultura ciudadana, podemos extender a otros y hacer de ciudades y regiones cambios profundos. Basta mirar a los paisas de Medellín, que con su centralismo y cierre de fronteras, crean un regionalismo que produce envidia y resultados, así ahora el gran hermano alcalde quiera controlarlos con una aplicaciones celular. Pero salvo al forma de evadir las responsabilidades de diferencias a los desafortunados respecto a la gran masa trabajador de esa bella ciudad nos llevan más de cincuenta años de cultura ciudadana y capacidad de asociación, afortunadamente no siguiendo el ejemplo de la capital, que cad vez que cambia de partido del gobernante de turno, borra con la izquierda todo lo anterior y demuestra que con el nuevo mandatario, se hizo el big bang y empieza el futuro.
Ejemplo que han refrendado los gobiernos de Uribe, Santos y Duque, nada de lo anterior sirvió y si es constitucional o no, buscan torpedear o modificar con pseudo dirigentes que solo hacen caso al gran caudillo, al innombrable, que algún día la ley divina lo pondrá donde merece, él y toda la recua de ladrones que viven de sus geniales ideas: desterrando pobres, asesinando testigos y modificando la ley, para hacerla a su antojo y beneficio propio. Ojalá que la pandemia demuestre que construir Centros comerciales es una forma muy rápida de llevar a la ruina a quienes tienen que pagar arriendos de locales comerciales, que hasta el momento, en incertidumbre seguirán cerrados porque vacuna no se ve para este 2020.
Invito a mis lectores a intercambiar ideas sobre este o anteriores publicaciones, donde no tengo un solo tema para profundizar sino donde expongo ideas que mi condición me permite abordar y me facilitan la comunicación con ese mundo infinito de la web. Gracias `de antemano por sus bienvenidas opiniones.
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